Qué sucede si cometen un fraude usando mi red WiFi?

Una simple búsqueda en la tienda de aplicaciones de Google para dispositivos Android nos remite a una aplicación en la que podemos leer la siguiente advertencia: «Siempre que use esta aplicación con una red inalámbrica, asegúrese de que es la suya propia o de que tiene permiso del propietario de la red. Recuerde que usar la conexión de banda ancha ajena es un delito. Por favor, no use esta aplicación de forma ilegal». Es un caso real, pero no el único. En la actualidad existen multitud de aplicaciones para dispositivos móviles  y programas para ordenador que permiten acceder de forma ilegal a redes WiFi ajenas.

Gracias a este tipo de herramientas, de uso realmente sencillo que no precisa de conocimientos técnicos, y a la prevalencia de una idea que equipara internet con el «gratis total», el pirateo de las redes Wifi continúa siendo una práctica no sólo habitual si no también al alza. Se calcula que en España, más del 12% de usuarios acceden de forma fraudulenta a señales WiFi ajenas. Por supuesto, los suministradores de estas aplicaciones, como hemos visto, conscientes del uso ilegal que puede realizarse, no se responsabilizan de la mala práctica que hagan los usuarios.

Sin embargo, el pirateo de redes Wifi puede ocasionar mayores consecuencias que el mero hecho que que se aprovechen de nuestra señal pues, ¿qué sucede cuando una tercera persona comete un fraude haciendo uso de nuestra red?

¿Cómo nos pueden piratear la red WiFi?

Como ya imaginaréis, y con el fin de mantener la seguridad de nuestros lectores, no mencionaremos ninguna de estas aplicaciones ni servicios similares sin embargo, es suficiente con abrir la aplicación, seleccionar una de las señales WiFi detectadas y automáticamente la app buscará la contraseña hasta dar con ella. Así de sencillo, de tal forma que ninguno de nosotros estamos cien por cien a salvo que que nos roben señal. Por ello es muy importante cambiar la contraseña que por defecto viene en el router, por una mucho más complicada y que podamos recordar.

Esto, en el mejor de los casos en que lo único que quiera el infiltrado sea no pagar por usar internet. Pero también hay hackers que, haciendo uso de troyanos, podrían acceder a nuestros equipos y dispositivos y con ello, a toda nuestra información, incluida la bancaria y de tarjetas de crédito.

En estas circunstancias nos podríamos encontrar con dos soluciones que pasaremos a detallar a continuación.

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Si usan una tarjeta falsa a través de mi red WiFi, ¿tengo responsabilidad?

Antes de profundizar en este asunto, es necesario que seamos consciente de que el culpable de un delito es la persona que comete el delito. En España prima la presunción de inocencia y en consecuencia, serán necesarias pruebas para acusarte de un delito. El hecho de que este se haya cometido desde tu IP, no implica necesariamente que tu seas el autor. Son necesarias pruebas fehacientes de ello y aunque finalmente no aparecerán, porque no existen, el susto inicial será inevitable.

Cuando alguien accede de forma ilegítima a nuestra red Wifi con la intención de utilizarla para efectuar un fraude con tarjetas de crédito falsas o con datos robados de tarjetas de crédito, la idea es ocultar su ubicación, y pueden suceder dos cosas.

Ante estos hechos, el ciberdelincuente se enfrenta a diversos penas por la comisión de diferentes delitos como el delito de fraude, y también el de descubrimiento y revelación de secretos, así como el de robo de identidad. A esto habría que sumar el delito correspondiente al acceso ilegítimo a tu red WiFi.

Una vez que la víctima denuncie los hechos, la unidad de delitos informáticos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pondrán en marcha la tecnología de la que disponen e iniciará una investigación que, casi con toda seguridad, les llevaría a ti, dado que se ha usado tu WiFi. Recibirás una notificación y tendrás que ir a declarar, pero mantén la calma pues, como decíamos, serán necesarias pruebas evidentes de tu autoría y dado que no es así, no las habrá. Además, lo más seguro es  que la policía ya disponga de pruebas que permitirán descartarse con prontitud como sospechoso.

Pero es posible que también seas la víctima de esas compras fraudulentas. En este caso, lo primero es contactar con la entidad emisora de la tarjeta tan pronto como tengas conocimiento de los hechos, anular la tarjeta afectada y solicitar una nueva. A continuación, acude a la Guardia Civil o a la Policía a presentar una denuncia. Llévala a tu banco y solicita una retrocesión de las operaciones fraudulentas. En pocos días dispondrás del dinero.

Trata de no preocuparte más de lo estrictamente necesario y, en caso de dudas sobre como proceder, lo ideal es buscar la ayuda de un abogado especializado es este tipo de delitos.



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J. Alfocea

Licenciado en Historia y Periodismo. Un apasionado por comunicar todo lo que pueda despertar interés